
El caso es que, aunque solamente tenga como objetivo el alegrarnos la vista, este BMW M3 tiene un aspecto muy espectacular, gracias a una decoración que nos permite ver todos los alrededores del coche reflejados en él como si de un espejo se tratase. No obstante, este mismo efecto espejo, así como el coste de la pintura, hace inviable sacar a la venta este modelo. Y es que con la pintura cromada, cualquier desperfecto de la pintura parece el doble de lo que realmente es. ¿Bonito? Si, mucho. ¿Útil? Para nada. Pero para esto existen los “showcars”, ¿no?
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